lunes, 28 de enero de 2013

Campeonato de España, una de las citas más importantes del año


En 2013 coincide entre dos Copas del Mundo, es decir, la forma, quieras o no, va a ser buena.

En la primera carrera del circuito mundial  me encontré bien, con algún problema de pieles, pero las piernas y la moral llegan al 100%.
Dispuestos a lo que nos echen y con la ausencia del Boss (Kilian) el podio está abierto, los Marc, Nil, Kiko y confío en mi para la lucha.


Las fuertes nevadas y el viento parece no nos dejará hacer un circuito tan chulo como el año pasado. Buff, el sábado nos bajamos sin hacer nada. Esto pinta mal pienso. Después por la tarde en el briefing nos informan de cómo será el recorrido, alrededor de la estación, unos 1600 metros, con una primera subida larga. El tiempo es el que manda, como siempre digo, tampoco tiene tan mala pinta… Y encima salimos a las 10, ¡nos ahorramos un madrugón!

La mañana del domingo todo cambia. Nos vamos juntando en la cafetería de la estación, la cosa parece que va para largo, no está nada claro, pero será todo diferente.
A las 10 y cuarto, nos comunican como irá todo: serán dos bucles en la estación de 3 subidas y 600 metros cada vuelta. ¡Pim-Pam! La rematan cuando nos dicen: ¡en 15 minutos salís!

Antes del pistoletazo, frío, vaho humeante y ¡gooooo!
Salimos rapidísimo, todos intentando seguir a Pinsi, él lleva la batuta como podíamos imaginar. Yo detrás suyo no soy capaz de seguir el ritmo tan fuerte que lleva, aún así he abierto algo de hueco. Pero ni las buenas sensaciones, ni las fuerzas, ni siquiera el tacto en pies y manos me acompañan.
Según me explicarían a posteriori, llevo una “acidosis láctica” de libro, lo que viene siendo una “petada de caballo”.


Tras el primer cambio de arriba me empiezan a pasar, Poma, Nil, Pau, Kiko en el cambio de abajo. No controlo nada. Es una sensación muy desagradable y lo peor de todo es que en una carrera tan corta no hay tiempo a recuperar.
Voy cambiando el puesto con Genís. No me cierra la cremallera del mono, las botas no enganchan, ¡pero qué pasa hoy! Cuando voy a pasar por meta para empezar la siguiente vuelta, me grita Ester: ¡que se acaba! ¡Venga! Pero si queda otra vuelta pienso… Para mi sorpresa como para todos los corredores, no hay segunda vuelta. Y nos enteramos todos en el mismo sitio.

En mi caso, no habría cambiado mucho, igual incluso me ahorraría que me pasarán más. La verdad no me parece corresponder tanta improvisación al esfuerzo, tiempo y dinero que invierten todos los corredores que vienen a correr una prueba de esta importancia.
Espero, sin albergar mucha esperanza, que se aprenda de errores pasados, para que en el futuro no vuelvan a producirse chapuzadas tamañas.
Yo también me lo aplico, para salir con un poco más de “talento” en otras carreras, otra ocasión, quizá habría sido la táctica correcta, en este caso sin las fuerzas necesarias. Fue claramente errónea.

Espero, que al igual que yo, sepamos sacar todos lo positivo.
También desear una pronta recuperación a todos los compañeros que tuvieron algún accidente. 

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