¡Hola amig@s!
¡Todo llega! que dicen en mi casa... yo este año en vez de proponerme
estudiar inglés... me propondré intentar actualizar un poco más a menudo el
Blog... ¡a ver si tengo más éxito! Aprovecharé y a parte de la crónica de Crononiu,
haré como una actualización de lo anterior.
Primera prueba de Copa de España, Crononiu y Sprints, la Molina... un
momento... me he saltado unas cuantas cosas... retrocedamos...
Vamos a volver hasta la Maratón del Montseny, una de las últimas, esto es
como los GINTONICS, nunca se puede decir la última... jaja. El caso es que con
todo el coche cargado me iba a parar en, hasta entonces
desconocida para mí la sierra del Montseny. Una carrera bastante dura y multitudinaria que me sorprendió en el mejor de los sentidos, por lo diverso de sus paisajes, el calor de sus gentes y las buenas sensaciones que me acompañaron durante toda la carrera. El motivo de ganar siempre hace que se te quede mejor gusto en dichas pruebas.
desconocida para mí la sierra del Montseny. Una carrera bastante dura y multitudinaria que me sorprendió en el mejor de los sentidos, por lo diverso de sus paisajes, el calor de sus gentes y las buenas sensaciones que me acompañaron durante toda la carrera. El motivo de ganar siempre hace que se te quede mejor gusto en dichas pruebas.
¡Vini, Vidi Vinci! y como si tal cosa, a la mañana siguiente dirección
hacia Tignes. Allí me esperaban los compañeros de la Selección Española de
esquí de montaña, para compartir lo que serían tres semanas geniales de
entrenamiento. Un año, este, de excepcionales condiciones de nieve, calidad de
vida en los apartamentos y sobre todo una compañía inmejorable.
Entremedio me escapé hacía Italia, a Zianno di Fiemme a recoger material
nuevo de esquí y hacer una visita a La Sportiva, donde siempre tan a gusto me
hacen sentir.
A la vuelta de los Alpes Franceses, con buenos deberes y metros en la mochila,
hice de nuevo otra parada “atlética”. En esta ocasión era para correr una
carrera muy joven, de hecho la primera edición de La Cursa dels Cingles, en
Tarragona. Como me pasó en Montseny, pero con aún más calor por parte de la
organización y aficionados, quedé realmente encantado. La zona por la que suelo
entrenar a menudo me ofrecía rincones nuevos e increíbles, todo gracias a un
gran afán de sorprender, gustar y activar viejos caminos olvidados del lugar.
Un recorrido y organización de 10, como la afluencia de gente que tuvieron
en una primera edición, superando las 500 personas que pude, haciendo acopio de
todo el hematocrito acumulado en los Alpes, poner de nuevo el sello de la victoria
para ir cerrando un año deportivo un poco irregular, pero ahora muy dulce.
Después de tanto viaje, carreras y metros, ahora si... ¡CRONONIU! Siempre
cuesta romper el hielo. Primera carrera, ganas, incertidumbre, ilusión. Nunca
sé si quiero quitármela del medio o vivirla con más intensidad. El año que viene
me lo volveré a cuestionar.
La Estación de la Molina volvía este año a ser el escenario de este primer
encuentro. Y entre Marc, Nil, etcétera se me aceleraba el pulso antes de la
salida.
¡Ya! escucho mientras intento que no me pisen los bastones y voy mirando de
reojo como me pasan e intento dejar a mis rivales casi al unísono. Unas piernas
quizá algo pesadas no me dan muy buenos augurios mientras veo el primer ataque
de Marc. Dos o tres o incluso cuatro escalones por encima de todos los demás le
bastan para irse sin problemas y gestionar la carrera desde la comodidad del
más fuerte. Detrás de él los hermanos Cardona, Nil y Oriol siguen también una
ventaja, con la que van jugando, el uno con el otro, dándose ataques, sin que
el resto podamos hacer más que mirarlos y apretar los dientes para que nos
saquen lo menos posible.
Igual por su juventud o ímpetu Oriol, en una de las últimas palas tiene un
problema con uno de sus esquís y resbala. Yo sin casi mirar de reojo aprovecho
la ocasión para pasar y sin decir esta boca es mía coger el “regalo” que me
ofrece el pequeño de los hermanos.
En esta ocasión he estado en el momento, hay que valorarlo así. Para otras
veces que siempre nos quejamos de las “desgracias” que nos pasan en carrera,
esta hay que cogerla como eso mismo, como GRACIAS.
Al día siguiente SPRINTS. Esta
nueva modalidad, acerca nuestro deporte a una gran masa de gente, cerca de las
pistas, muy visual, creo que es un acierto para el espectador y divertido para
nosotros. Divertido claro cuando sale todo bien.
Como si alguien me hubiera estado observando por la mirilla de una puerta
esperando que llegara el domingo, toda la suerte que me acompaño el día
anterior, se me esfumó en un instante.
Tras llegar a semifinales, esto supone pasar los clasificatorios y cuartos,
fue en el último cambio, donde ese regalo que me habían brindado el día
anterior, tuve yo la generosidad forzosa y contra mi total voluntad de
compartir con mis compañeros de viaje, que de la misma manera que yo había
hecho, no deseaban más, mirando con el rabillo del ojo, que mi bota tardara
unos segundos más en agarrarse a una fijación que se negaba cerrar.
Resultado: ¡MIGUEL,
NO PASAS A LA FINAL! cómo si de un programa de la tele se tratara.
Pero como lo que importa es quedarse con lo bueno, pensaremos que ya hemos
roto el hielo y que esto ya ha empezado.
12 uvas y algún turroncete más para coger fuerzas y aguantar todos estos
fines de semana de competición que nos esperan a partir de casi... ¡YA!
Enhorabuena! Buen arranque 2014 y un año que promete por delante :)
ResponderEliminarBona crónica Miguel.
ResponderEliminarA por todas este finde Miguel. Suerte y esperamos leerte más a menudo!!!!
ResponderEliminarEres un animal miguelon. No conocia esta faceta tuya. Muy buena por cierto
ResponderEliminar¡¡Genial!!
ResponderEliminarQué grande eres Miguel!!!! Muchos ánimos para este 2014....a por todaaaaaasss!!!
ResponderEliminarABrazo fuerte desde MOUNTLEGEND.com!!