Trencacims... una de las últimas
carreras del calendario. Como este año ha sido tan “raro” en cuanto a carreras
también lo es en cuanto a sensaciones al final de temporada. Al contrario que
otras veces no tengo tantas ganas de que se acabe, no me encuentro muy cansado
y tengo ganas de correr.
Esta es una de esas carreras que
no tenía incluida al principio en la planificación pero después de hablar con
ellos, ver por donde se corría y dejarme aconsejar por Ester (ya conocía los
encantos de esta sierra) acabé por incluirla.
El fin de semana largo, el
puente, comenzó ya entretenido. Quedamos con dos grandes amigos Toni y Mónica
para darle un toque culturo-gastronómico. Y es que aprovechando la castañada
catalana haré mis primeros panallets, bueno... no seré yo el único en
estrenarme eh! Hacer la masa, redondear el
panallet… todo un ritual envuelto de risas y buen rollo.
Acto seguido, tras soltar un poco
piernas y asegurarnos que tan rico dulce se va a las reservas para la carrera y
no la barriga nos vamos dirección Paüls. Un pueblo, donde se respira
la soledad de la montaña, cerca del bullicio de la ciudad. Recogida de dorsales
charla con un y con otro, la gente súper amable, cena los cuatro en la furgo y
a dormir.
La salida, a las 7, esto y que
son 50 kms hace que no calentemos demasiado. Hay tiempo. El día sale perfecto. Una hilera de antorchas y música
medieval nos facilitan la concentración. Primeros metros y como se preveía
nadie sale disparado. Estos últimos entrenos me estoy encontrando muy bien y
creo que tengo para responder... pero mejor guardar fuerzas. Ramón, que andará
haciendo fotos ya me ha advertido de lo largo que se puede hacer si nos
pasamos.
Vamos haciendo metros y la subida
se va endureciendo, yo siempre en segundo lugar voy escuchando como las
respiraciones de todos se nos van agitando ¡me gusta!
En un momento de estas primeras
rampas veo que un pelotón ya estirado y como paso por un lado a mi predecesor y
comienzo a tirar. No me sigue nadie. Sé que es pronto y para variar no debería
hacerlo, voy pensando al tiempo que sigo apretando el acelerador.
Ya solo me oigo a mí y al girar,
el primer avituallamiento. Me encuentro bien y la gente animando no me dejan
frenar, al contrario, acelero un poco más. Paso por un sitio súper
espectacular, como un agujero en la piedra y sigo... Voy descubriendo paisajes
muy diferentes unos de otros.
Decido no forzar en las bajadas
para no desgastar demasiado, pero claro, esto hace los rivales me hayan
recortado bastante distancia.
En una subida muy aérea y
estética veo al segundo corredor acercándose demasiado ¡hay que apretar! La siguiente bajada, subida,
bajada ya voy un poco más “encendido”, no tengo referencias, pero lo que no
quiero es llegar al sprint. De modo que pongo un ritmo más fuerte y constante.
Sobre el km 25 viene una subida
bastante larga y mucho de andar. Aquí espero abrir más hueco. Después una
sucesión de toboganes por dentro de bosques. La verdad es que el entorno es
increíble. Voy mirando más que nada el
reloj. He calculado con Rafa que serán entre 5h y media y 6 horas. Pasadas esas 5 horas, me cuesta
más separarme de la sensación de cansancio, pero voy bebiendo y comiendo muy
bien.
De repente veo a Ramón por
segunda vez, me dice que ya es todo bajada, esto me anima, pero también me
pregunta que tal voy... esto ya no tanto... pues quiere decir que llevo mala
cara... Pero me lanzo hacia abajo y comienzo a disfrutar, deshaciendo la
primera cuesta que hicimos esta mañana de una muy buena victoria.
En la meta, la gente del pueblo y
familiares, megafonía y la cinta, esa cinta que tanto anhelamos agarrar, el
insignificante y grandioso símbolo del triunfo.
Recuperando el aliento, me dice
Ester que ha ganado la carrera corta ¡que guay! Ya está empezando a entrenar
bien y con lo impaciente que es... no ha querido esperar más para ganar. ENHORABUENA.
También Mónica ha hecho segunda, ¡enhorabuena!
No sólo es una increíble nutricionista (Mónica Boquera Maestre, ¡apuntar!) sino
que también corre que se las pela.
Toni, al poco llega justo para la
hora de la cerveza, menuda clase, acaban de volver de vacaciones y es capaz de
meterse este carrerón entre pecho y espalda... ya le ayudaremos a bajarlo con
una San Miguel.
Una vez todos juntos y con todos
los corredores a los que sin duda aprovecho a felicitar, comenzamos a comentar
la jugada y a disfrutar de estos ratos, que sin duda completan una jornada
perfecta.
Y como aún nos queda el domingo aprovechamos
para irnos a Port Aventura los cuatro y en vez de soltar piernas ¡soltar
adrenalina! ¡Fin de semana perfecto! la
semana que viene Marató del Montseny... casi, casi la última carrera del año…
¡Salud y km!
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