Trail Monte Soglio, Italia, cerca de Torino, carrera y lugar totalmente nuevo para mí.
Después de un último cambio de planes en el calendario, decido ir a esta carrera en lugar de la gran Zegama, una de las mejores carreras para mi gusto, pero quiero coger buenos puntos de cara al circuito de La Sportiva y esta carrera parece ideal, ¡hasta el año que viene Zegama!
A esta cita acudimos David, Dani y yo, haciendo las primeras excursiones como equipo nos plantamos en el aeropuerto italiano con ganas de deborar kilómetros.
Hospedados en un hotel de lujo, no por los excesos, pero si por la calidad humana que nos brindan los propietarios del Grillo Bianco, miramos hacia el monte vislumbrando lo inevitable, que los 64 kilómetros de la carrera no vamos a llegar a completar.
60 kilómetros parecía la distancia en la que dejaría la organización el recorrido en el que trabajaban a contrarreloj, quitando nieve y sobre todo no dejando de mirar unas previsiones nada halagüeñas.
Pensándolo egoístamente no me viene tan mal, un poco más rápido y más corto me beneficia y quiero ganar.
44 kilómetros parece la distancia definitiva. La organización ha hecho una gran labor, pero como siempre, el tiempo manda más que nadie.
Salida rápida, por mi culpa seguramente, nos enfila a todos monte arriba. Parece que soy yo al que le toca llevar la batuta. Me gusta esta responsabilidad y no dudo en bajar otro piñón para hacer la carrera en solitario, si las fuerzas me acompañan. La gente que ha venido a correr es de carreras más largas, por lo que un ritmo más rápido seguro que no les beneficia nada.
Parece que estoy en lo correcto, pues voy incrementando mi ventaja razonablemente al mismo tiempo que voy haciendo kilómetros.
Voy disfrutando, senderos estrechos y rápidos, bosques y sobre todo buenas sensaciones, “me piace” que dirían por aquí.
Después de 3h y casi 40 minutos llego a la meta en primera posición. Que ganas de volver a ganar. Buenas sensaciones que me dan moral y unos muy buenos puntos para el circuito. La guinda la pone el resto del equipo, al entrar El Gran Dani, pues para mí al menos, ya ha dejado de ser una futura promesa, entro en el equipo este año como “el relevo” y en la segunda carrera se ha convertido en un muy duro rival directamente. Cerrando el cajón el gran David, siempre luchador. Un triplete con color nacional. El título de campeón italiano de la modalidad tuvo que esperar a la cuarta posición general.
Como en algunas ocasiones, hay situaciones que ponen un punto negro. En este caso, mientras corríamos nos abrían el coche y se llevaban nuestras pertenencias más costosas.
De esta manera e intentando controlar nuestros instintos más primarios nos pusimos a correr otra carrera, la de volver a casa. Con un consulado cerrado, esto es otro capítulo, recopilamos fotocopias del DNI, del albergue que tanto nos cuidó y junto con la denuncia en los Carabinieri, parece que teníamos bastante para volar. No tanto así para festejar nuestro merecido triunfo, ahogado en lentos silencios.
Pero bueno, como todo se pasa y lo que se arregla con dinero, no es problema, como dice MAMÁ, nos tomamos unas cervezas con todo el Team Sportiva y nos volvimos para casa con los deberes bien hechos y quedándonos con los buenos momentos de tranquilidad que nos trasmite este gran deporte.
Ahora a hacer papeles, me cago en su p.....ummmmmmm, omni pam de um!!!!!! Perdón, perdón...jaja
Ahora me espera una de las más grandes aventuras... Me voy a con Ester a EEUU, vamos a hacer la ROUTE 66 ¡Si, increíble! Como siempre seguro que encontraremos también grandes carreras para hacer por el otro lado del charco, pero sobre todo muchas y grandes experiencias en el viaje.
Por aquí nos veremos ya en el Campeonato de España.
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