MEDIA MARATÓN DE CAMBRILS

Primer fin de semana de Marzo y que en un principio tocaría descanso… Días que aprovechamos para reunirnos con la familia y en especial con Ester. Estamos en plena época de calçots y cuando se trata de gastronomía, ya se sabe ¡a topeeeee!

Me va a venir bien descansar pues después de los Mundiales, me he notado bastante cansado. El viernes corrimos en Candanchú los campeonatos militares y tuve la suerte de poder hacerme con la victoria haciendo equipo con Kiko, una carrera bastante disputada y entretenida, para terminar de recuperar.

Aprovechando el viaje a Cambrils miramos de apuntarnos a su media maratón, yo correría esta distancia y Ester la de 10 kilómetros. Así hacemos un poco de hambre para tan exquisito manjar y unas buenas risas rodeados de gente muy maja.

Como es costumbre en nosotros, no llegamos a tiempo para coger dorsal y decidimos correr sin, nos mezclamos con la gente sin hacer uso de los avituallamientos.

Dicho y hecho, a cinco minutos de la salida me veo culebreando entre casi 2300 personas, consiguiendo llegar a la tercera fila y aquí me quedo. 

Dan la salida y nos dejamos caer, es bajada y ya se sabe, todo el mundo vuela. No tardamos en llegar al paseo, allí ya nos vamos alineando y para mi sorpresa me encuentro ligero y rápido. Esto me anima a tirar hacia delante y voy cogiendo gente. Coincido con corredores que tras algunos metros en paralelo y miradas de reojo me abandonan en mi improvisado y porque no, ambicioso nuevo plan de "hacer marca en media", como se dice en el argot.

Me gusta improvisar la estrategia en carrera sobre todo porque aquí no traía estrategia de nada. ¡Me sigo animando! no se la gente que hay por delante pero no son muchos.

Los de cabeza dan la vuelta al final del paseo, sigo contando pocos corredores y lo mejor es que me estoy acercando a ellos. 

Me voy encontrando a amigos que me animan, que sorpresa más grata incluso veo alguna chaqueta de la FEEC de esquí de montaña, ¡eso sí que es una sorpresa!

Volviendo a la carrera llegamos casi al ecuador, volvemos a pasar por meta y cuento a dos corredores delante mí, otros iban a la de 10 km. ¡Madre mía, pues venga! sin cambiar mucho el ritmo pero si manteniéndolo sigo haciendo metros, cojo al segundo que va con flato, le digo que se anime y se enganche, que yo no cuento para la clasificación que corro sin dorsal, son una faena estos problemas.

Sigo sin mirar atrás pero a ritmo firme, ahora sí que voy concentrado, estoy haciendo una carrera muy constante disfrutando y encima haré buen tiempo, para mí, quiero decir.

Doy la vuelta al último cono y tan solo me queda una recta, una recta de 6 kilómetros. Esta pica más, los últimos dos km se me hacen largos, muy largos...

En la llegada a la meta, cual fugitivo, me sacan por la primera puerta que hay, no esperaba un ramo de flores, pero sin ninguna mala intención ni pretensión solo quería unirme a la fiesta del deporte y si hubiera llegado a tiempo habría pagado mi dorsal como lo hizo todo el mundo. Perdón si esto causó algún mal a alguien, confío que no.

El caso es que paré el crono en 1h 11´11" ¡M’AGRADA!

Ester también hizo muy buena carrera, disfrutó, algo que buscábamos los dos, pues todo perfecto. 

Felicidades también a todos los runners de Obrint TraÇa, Enric, Montse, Inma, Albert, Rosa y un sinfín de amigos que siempre consiguen disfrutar tanto de días así que sin duda dan respuesta a esa pregunta que siempre nos hacemos en mitad de carrera: ¿y yo que pinto aquí? GRACIAS A TODOS

Así que después de esta buena experiencia en asfalto, a por nuestra recompensa, ¡esa buena calçotada!

La próxima semana Copa del Mundo en Font Blanca, Andorra.