Esta prueba es la segunda de la Copa del Mundo y se celebra en Martigni en Suiza, una ciudad ubicada en un entorno increíble, donde las montañas respiran esquí alpinismo.
En esta ocasión el primer día tenemos sprints, esta prueba es tan espectacular de ver como agónica de correr, gracias a esta prueba nos pegamos ¡un buen calentón! Para volver a la carrera, tenemos que coger un teleférico, que nos sube a un conjunto de casas, entre las cuales pasaremos a 180 pulsaciones en breves instantes. Tras el reconocimiento, ¡calentamos y al toro! No consigo pasar la primera clasificatoria, de hecho, de la categoría “sénior men” solo pasa Pinsi, en algo tan rápido, un resbalón, o que no te entre una bota... te deja fuera de carrera, ¡entre 2'30" y 3' estamos hablando!
Las sensaciones son bastante buenas y tras animar a las chicas, gran papel de Marta, segunda sub23, vamos pensando en la carrera del domingo, que según nos cuenta Gerard, va a ser otro carrerón, ¡gran labor la de los técnicos!
Domingo: salida 10:30 parece que ya vamos aprendiendo de los madrugones innecesarios. El día es frío y soleado, ideal para la carrera. Nos ponemos chicos y chicas en paralelo, tan sólo una red nos separa, últimos segundos de tensión y arrancamos. Yo no soy de los de tener problemas en las salidas normalmente, ¡en esta ocasión no va a ser así! Se me engancha el palo en la red de separación y tras pasarme todo el mundo amablemente por encima, me pongo de nuevo en pie. Suelto la presa y trato de enganchar al grupo. Tras la primera subida corta y por pista, una bajada por puertas, yodo muy rápido. En esta transición enlazo con Nil y Poma y comenzamos una larga subida juntos me encuentro bien, sigo recuperando posiciones.
Al llegar al collado continúan los despropósitos… bajo mal peor que muy mal. Días en los que no encuentras el punto bueno y la cabeza no va. Pierdo unos cuantos puestos, pero como si de otra carrera se tratara comienzo la siguiente subida.
Aún tengo fuerzas y voy recuperando las posiciones perdidas y llego al siguiente cambio de nuevo con Nil, pero de nuevo lo mismo que en la anterior bajada, voy bloqueado.
A estas alturas de carrera, ya hay pocos cambios, y encarando el corredor de bajada, nos encontramos de nuevo, Nil me indica donde se me han caído los palos. ¡Menudo lío! Abajo nos calzamos esquís y para abajo.
Me pasa el sueco con el que me he ido alternando y con poca alegría llego a meta.
Hay una fila muy larga de control de material, cuando llega mi turno, me quito la mochila y veo un agujero abajo. Busco sin fortuna mi sonda, la he perdido. En vez de calmarme, opto por ponerme de muuuuuy mala leche... Pagándolo con las pobres señoras que estaban en el control, otra cosa que puedo tomar de lección, saber gestionar estos momentos. Resultado: descalificado por falta de material de seguridad.
De todo esto como han sido tantas cosas tengo varias lecturas que hacer, de cómo gestionar según qué momentos, situaciones, etc. ¡tengo faena esta semana!
Me gustaría hacer una pequeña mención de la visita sorpresa de Vendri, un mítico en estas lides, con el que he tenido el privilegio de poder correr, reír y sufrir acompañado de su pareja Patricia y de su incombustible sentido del humor, nos alegró, en primer lugar el corredor donde estaba animando y la post-carrera.
La próxima cita será seguramente el Campeonato del Mundo, donde podremos poner en práctica todo lo que hemos conseguido en estas carreras, así que a terminar de pulir detalles y ¡gassssss!