Este año llegaba a esta gran carrera con dos objetivos: recobrar las buenas sensaciones ya que la deshidratación en el Campeonato de España me dejo ko y conseguir mi tan deseada plaza en la Selección Nacional para los Skygames.
Correr en Zegama siempre es algo especial, sentir a todo el mundo animándote, gritándote, es para vivirlo. Además en esta edición había un cartel de excepción con los mejores corredores internacionales.
El sábado empezamos el ritual con los saludos, las risas, los nervios pre-competición, etc. Decidí no ir al briefing ya que estaba la sala muy llena y preferí quedarme tranquilamente descansando con la gran compañía de Ester la cual en esta ocasión me acompañaba. Después de degustar productos del lugar nos retiramos a dormir a la furgoneta, vigilando en todo momento la alimentación para que no me jugara otra mala pasada.
El día se presenta sin ninguna novedad en cuanto a la meteorología prevista, ¡lluvia! Previo calentamiento con el chubasquero puesto, las sensaciones son buenas, supongo que como las de los otros 400 corredores que trotan a mí alrededor.
En el momento del pistoletazo de salida ¡nervios! Salgo en primera línea pero me voy dejando caer. Esta es mi cuarta participación en Zegama y no quiero pecar de ambicioso, quiero ir de menos a más esta vez y así comienzo. Me quedo en un segundo grupo, del que voy más o menos tirando, por delante van unos diez o doce corredores.
Van pasando kilómetros y me voy encontrando cada vez mejor, quiero llegar bien a Santo Espíritu para poder hacer una buena subida al Aizkorri y no quedarme clavado en esa segunda parte al ser más corredora y donde más puedo ganar...o perder. Dicho y hecho, hasta Aizkorri he ido adelantando a algún compañero que se ha ido descolgando. Me tomo un gel, miro hacia arriba pero casi no veo, sólo escucho voces, ese pasillo ¡es indescriptible! voy entrando en él y lleno mis depósitos de ánimos y vítores, me vendrán bien dentro de un rato.
Más adelante va Oier cuando lo alcanzo formamos un buen tándem, vamos a buen ritmo y seguimos adelantando, ya no deben quedar muchos corredores. Un poco antes de llegar a la cima adelantamos a Tòfol y Owens, vamos cuarto y quinto ¡qué pasada! está repleto de gente con el día que hace…
Estoy helado pero sonrío como gratitud, me tomo otro gel, isotónico y empezamos a subir. Oier me deja paso, no se encuentra cómodo y es que está todo súper resbaladizo. Yo me lanzo a la caza de Max, va por delante y con él, el tercer cajón del podio. Le cojo justo antes de empezar a bajar, no me lo puedo creer ¡voy tercero y bastante entero! Kilian y Luis me sacan mucho tiempo, van a otro nivel, yo me encuentro cómodo en este puesto. Poco me dura la ilusión, Tom me coge a mitad de la bajada y me abre un poco de hueco. Yo voy más fuerte que él subiendo y en la última subida le podré pasar de nuevo, solo le tengo que aguantar este tramo de sube-baja.
Pero de repente sufro una caída provocándome mucho dolor en una rodilla, me levanto aturdido, casi no puedo apoyar esa pierna trato de seguir cuando soy alcanzado por el cuarto corredor. Continúo andando sin parar, viéndoles desaparecer, es entonces cuando decido reiniciar trotando, el dolor me disminuye lo cual puedo continuar corriendo. ¡Venga Miguel venga!
Al cabo de un rato me doy cuenta que la rodilla está inflamada en la parte superior, debe ser líquido pero casi puedo correr con normalidad. Me planto en la última subida, km 29 sigo con fuerza subiendo y algo les recorto. Tengo mucho frío, llueve con fuerza y hace mucho viento pero aún así el público está allí, está Ramón, Arnau, siempre le recuerdo aquí arriba con un bidón que me da fuerza extra, pero en esta ocasión no bebo, sólo quiero bajar, entrar un poco en calor y seguir recortando distancia. Pero esto no sucede, me molesta la rodilla y a pesar de no bajar del todo mal no lo hago como para rascarles segundos.
Quiero bajar con toda la fuerza que pueda para mantener esta plaza, llego al km 33, esta subida siempre se me atraganta pero la consigo trotar ¡que Zegama más buena estoy haciendo!
36...37...38... y al 39 oigo algo, no sé si son paranoias o si viene alguien, al girarme veo a Jokin me pregunta cuantos van por delante y sólo puedo contestarle que va quinto, que gran carrera está haciendo, me alegro por él, lleva muchas lesiones y por fin le sale una gran carrera.
Me comenta que Fulvio está lejos que vaya tranquilo, pues me ve el desgaste importante que llevo. Es entonces cuando oigo los altavoces del pueblo, ya estamos, último kilómetro de alquitrán y disfrutar de esa orquesta de gritos acompasados de fuertes golpes a las vallas que hacen que el último pasillo me lleve a la línea de meta.
¡ESKERRIK ASKO! Es lo último que digo a la corta entrevista que me hace DEPA después de parar el crono en 4h 11minutos, un gran tiempo para mí después de una gran carrera.
Agradecer a Ester su gesto de abrigarme lo antes posible, voy entrando en calor poco a poco.
Después de una buena ducha hago un rápido balance: recuperadas las buenas sensaciones y estoy seleccionado para formar parte del Equipo Nacional en Skygames. ¡Objetivos cumplidos!
Me voy con una gran sonrisa que camufla mi cansancio, disfruto de los productos del País y de un relajante Spa con masaje en la Perla de Donosti, todo sorpresa de Ester.
Ahora a recuperar la rodilla y preparar la cita más importante del año: Valmalenco, Lanzarote y Stava para coger ritmo.
¡Así se hace! (Para el corredor y quien le apoya ;-) ).
ResponderEliminarSi señor Miguel...¡¡¡carrerón!! Lástima esa rodilla. Recuperala bien que estás muy fuerte!!
ResponderEliminarEnhorabuena Miguel !!! te lo has ganado
ResponderEliminarUn abrazo.
Kairo
Que GRANDE Miguel!! Que carrerón! Cúidate o que te cuiden esa rodilla!! Un abrazo!!!
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